Passivhaus, o casa pasiva, es un estricto estándar alemán basado en la construcción eficiente de viviendas. Este estándar es otorgado por PassivHaus Institut, una organización destinada al fomento de edificios de consumo casi nulo con gran prestigio internacional. Comenzó su actividad en la época de los 90 y desde entonces ha certificado más de 20.000 edificios eficientes alrededor de todo el mundo.
Esta acreditación Passivhaus certifica la máxima eficiencia en el consumo de energía y por lo tanto un ahorro económico y menor impacto medioambiental que los edificios convencionales. Las ventajas que presenta un edificio Passivhaus son numerosas, pues se emplean en ellas todas las novedades y últimas tecnologías en sus construcciones.
Además de minimizar el gasto de energía en más de un 70% en calefacción y refrigeración, garantizan la máxima calidad de aire del interior del edifico y aprovecha la energía del sol para una óptima climatización.
Esto es debido, en primer lugar, a la estratégica orientación del edificio, donde se tiene en cuenta las posiciones del sol y corrientes de aire. Los edificios acreditados Passivhaus cuentan con aspectos básicos que los hacen ser eficientes, como:
- Super Aislamiento: Optimizado en función del clima, este aislamiento envolvente de paredes y techos mejorará la eficiencia energética tanto en verano como en invierno.
- Construcción libre de puentes térmicos: Los puentes térmicos suelen situarse en las zonas más sensibles del edificio, como esquinas o juntas, por donde pueden producirse fugas, y por lo tanto pérdida de calor o frio.
- Ventanas de altas presetaciones: Las ventanas son las zonas por donde más energía puede escaparse. Por ello, debe ponerse especial atención en sus materiales, hermeticidad y ubicación de estas.
- Hermeticidad de construcciones: Esta hermeticidad se consigue reforzando las juntas y ensamblajes de las paredes y techos para evitar pérdidas de energía.
- Ventilación mecánica con recuperación de calor: Se reaprovecha el calor generado dentro de la vivienda por los inquilinos o electrodomésticos, mediante un eficiente sistema de ventilación. La poca energía complementaria que estos edificios requieren puede suplirse en muchas ocasiones con energía renovables, convirtiéndolos en construcciones que suponen para los habitantes un importante ahorro económico y una emisión de CO2 mínima.
